Hace ya medio año que recuero la brisa primaveral en mi cara y los ojos brillosos del sol reflejarse en mis ojos.
Ahora comento como:
necesito, reflexiono, me regocijo, ante tu mirada (tiempo).
La pitonisa me responde con sus ojos qué debo realizar concrétamente.
Cuando llegaré, ¿qué ocurrirá?; ¿El tiempo brillará o se nublará?.
¿El firmamento será violáceo o anaranjado?, tal vez cambie de color, pero quizás no se agote.
No te destiñas, dice una voz interna de mis sentimientos. Quédate, no viajes hacia otras repentinas extremidades que obedecen al culto.
Los colosos dejan de ser pétreos para despertar de tu sueño. Si necesitás puedo ayudar a contemplarlos. Una clavícula imperfecta, se vuelve completa.
Mirada penetrante, perseverante y de esperanzas. no quiero tirar aquellas ilusiones abajo.
Podría decirte lo que se siente, pero mejor esperar. Pero cuánto más.
Cada más siento el aire comprimirse como una davela del inmenso monumento, como aquel alfiler que no da cabida a ningún otro objeto. Siento que una parte se desprendió.
Una parte llegó a tus oídos, y la otra mitad, sigue intacta.
No derramada. ¿Involucrarte?, quizás. Porque el sentimiento es profundo.
Reciprovidad y previsión.
Talega de agujeros, el sol entra y se vuelve cálida, ¿más aún?.
Entonces, ¿ qué hacer?: contenerme...
Seguiré estirando las piernas en la calzada. Afrontando aquel desafío... ¿ Por qué?
Porque es un compilado de sensaciones y discrepancias a la vez. Sucesos vividos y sin vivir, peor esta vez no quiero errarle.
Sin embargo llega un momento que de tanta indesición entre los dos, o una parte, se desvían solas...
Es una índole mayor que me impongo para no decaer
Paseo del bosque
... Je suis là ...
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