Había veces
que casi te dejé ir
cuando pensaba que necesitaba respirar libre
pero tú estabas ahí
para susurrar en m oído
por qué no compartes tus sueños conmigo
Tanto que cuando el sol baja
y estas noches se ponen más frías
estaré ahí
mirando encima de tu hombro.
Y nunca voy a dejarte ir,
en mi corazón, lo sé
No hay comentarios:
Publicar un comentario