
Pertenezco a un sistema que denominan cuerpo y del que se forma por extremidades y por órganos internos capaces de transmitir sentimientos de varios tipos. Mi definición exacta de él no lo conozco, pero sí mi lugar de orígen.
Mi cuna de la vida fue y será surgir de dos cuencas oculares que mi dueña tiene en su rostro. Éstas son esenciales para observar, para comunicar, para entender.
Mi cuna de la vida fue y será surgir de dos cuencas oculares que mi dueña tiene en su rostro. Éstas son esenciales para observar, para comunicar, para entender.
A veces observo como otras compañeras lágrimas más pequeñas humedecen las mejillas de este humano. Ellas mismas nos cuentan sus experiencias externas con los seres, que se acercan a preguntar: ¿ Por qué se encuentra en ese estado?, un estado en el que sí entiendo su función, el de liberarse de todos los conflictos internos que mi dueña aflora.
A veces me cuestiono si somos estructuras amorfas de cuerpos cristalizados y si esa función que su cuerpo accede, coincide con mis teorías.
Quizás podramos convertirnos en pequeñas bailarinas que dejamos en cuestión de segundos u horas nuestro sello marcado.
Somo como especímenes en cierta forma porque nos desenvolvemos como plumas que casi ni se sienten cuando dejamos emociones y transmitimos en los ojos de la spersonas extraños brillos que se desencajan del mundo externo para volcarse a la irrealidad o proyecciones internas de su ser. Otros por motivos de espacio, de tiempo o del contacto y conexiones con los que nos rodean, experimentan sensaciones estables y, a veces, pasajeras, y ahí es cuando decidimos salir en escena.
A veces me cuestiono si somos estructuras amorfas de cuerpos cristalizados y si esa función que su cuerpo accede, coincide con mis teorías.
Quizás podramos convertirnos en pequeñas bailarinas que dejamos en cuestión de segundos u horas nuestro sello marcado.
Somo como especímenes en cierta forma porque nos desenvolvemos como plumas que casi ni se sienten cuando dejamos emociones y transmitimos en los ojos de la spersonas extraños brillos que se desencajan del mundo externo para volcarse a la irrealidad o proyecciones internas de su ser. Otros por motivos de espacio, de tiempo o del contacto y conexiones con los que nos rodean, experimentan sensaciones estables y, a veces, pasajeras, y ahí es cuando decidimos salir en escena.
Hay muchas lágrimas que caen de diversas maneras, unas tardan en salir, y otras se descarrilan del ángulo ocular hasta culminar en la boca, y las terceras o las casi infinitas, porque al ser externas no puede accederse a números exactos; éstos son los que terminan suicidándose, explotando en el piso. Perdiendo la belleza de cada motivo interno que cargaban dentro suyo.
Mi danza sobre la cara de mi dueña es un poco compleja. A veces tengo deseos de ser libre pero me comprometo tanto con ella que termino acumulando muchas sensaciones ya sean felices o tristes.
Entonces me observo a mí misma de que mi baile deja de tener sentido, no puede caer con soltura y la imploro a reflexionar cada vez más en sus asuntos que no me descarno completamente por los lagrimales, sino por otras extremidades.
Mi danza sobre la cara de mi dueña es un poco compleja. A veces tengo deseos de ser libre pero me comprometo tanto con ella que termino acumulando muchas sensaciones ya sean felices o tristes.
Entonces me observo a mí misma de que mi baile deja de tener sentido, no puede caer con soltura y la imploro a reflexionar cada vez más en sus asuntos que no me descarno completamente por los lagrimales, sino por otras extremidades.
Éstas aún, más importantes que nosotras mismas.
Mi teoría sobre el sufrimiento que es cuando más nos lucimos , es de esta forma:
La persona sufre un cambio. Se despierta y se contiene de sus reflejos. Llega el caso de que no aguanta y deja que sus sentimientos se escapen como un mar.
En el intervalo de sus pensamientos se pregunta cómo esas cosas le están sucediendo, se retrae y no deja funcionar su intuición. Se deja guiar, llevar, porfiar, hacia el interior de su alma. Pero ya es tarde ...
Mi teoría sobre el sufrimiento que es cuando más nos lucimos , es de esta forma:
La persona sufre un cambio. Se despierta y se contiene de sus reflejos. Llega el caso de que no aguanta y deja que sus sentimientos se escapen como un mar.
En el intervalo de sus pensamientos se pregunta cómo esas cosas le están sucediendo, se retrae y no deja funcionar su intuición. Se deja guiar, llevar, porfiar, hacia el interior de su alma. Pero ya es tarde ...
El tiempo pasó extremadamente en carrera y no se dio cuenta que había alguien llorando sobre él.
Todas sus extremidades y rostros, se terminan ablandando y sus ojos son el código secreto que arborece el encuentro con el extraño que se acerca a cuestionarlo dicho anteriormente. Entonces sus lágrimas huérfanas se desprenden de su orígen lagrimal para hacer incapié en su boca, que espera tragarla, para darle sustancia y encuentro a las otras sucesoras.
Todas sus extremidades y rostros, se terminan ablandando y sus ojos son el código secreto que arborece el encuentro con el extraño que se acerca a cuestionarlo dicho anteriormente. Entonces sus lágrimas huérfanas se desprenden de su orígen lagrimal para hacer incapié en su boca, que espera tragarla, para darle sustancia y encuentro a las otras sucesoras.
1 comentario:
Una hermosa descripción de la perspectiva del sentimiento terrícola. La desesperación nos abruma. Saludos.
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